PROPORCIÓN PERFECTA DE GRASAS
Muchas personas evitan los frutos secos debido a su contenido graso, pero todos tienen un lugar en una dieta sana si se consumen en cantidades adecuadas. El anacardo destaca como uno de los más sanos debido a su perfil nutritivo.
La cantidad total de grasa es menor que en las almendras o las nueces y las proporciones de ácidos grasos saturados, monoinsaturados y poliinsaturados se acerca mucho a la ratio 1:2:1 que los nutricionistas consideran ideal.
Esto quiere decir que posee el doble o más de ácidos grasos monoinsaturados, como los del aceite de oliva, los más beneficiosos para el sistema cardiovascular, que poliinsaturados y saturados.
La proporción de grasa sana es mayor que en el cacahuete, los piñones, los pistachos, las nueces, las pipas de calabaza o las pipas de girasol.
VALIOSOS MINERALES: COBRE, MAGNESIO Y MÁS
El cobre y el magnesio, dos minerales que escasean en la dieta de muchas personas, se hallan en abundancia en el anarcado.
El cobre participa en la formación de los glóbulos rojos, en el mantenimiento de las estructuras de los vasos sanguíneos, los nervios, los huesos, el cabello y la piel, en la producción de energía a partir de los nutrientes, y sobre todo en el funcionamiento del sistema inmunitario.
En cuanto al magnesio, un mineral esencial para los sistemas nervioso y músculo-esquelético, un puñado de anacardos cubre hasta el 26% de las necesidades diarias.
El hierro es esencial para el transporte del oxígeno a todas las células, mientras que el cinc y el selenio colaboran con las defensas en la eliminación de virus, bacterias patógenas, radicales libres y células precancerígenas.
PROTEÍNAS DE CALIDAD
Cada 100 g aportan 15 g de proteínas, por lo que una ración proporciona en torno al 10 por ciento de las necesidades diarias.
Pero lo más interesante es que los aminoácidos se hallan en las proporciones ideales para su asimilación, como en el caso de las proteínas de origen animal o de la soja. Así favorecen la perfecta regeneración de los tejidos y el desarrollo de los procesos fisiológicos.
Además destaca la proporción de triptófano, que en el anacardo es más alta que en cualquier otro alimento: en 30 g hay 72 mg de triptófano.